Bebe cerraste mal la puerta. A donde te llevo mi amor. Escuchame bebe , te digo que no hay nadie en la calle. Linda, doblo acá a la derecha? Son 6 con ochenta bebe. Chau mi vida, que descanses.
Juan no encontraba trabajo así que un día decidió inventarse uno. No era una tarea difícil pero nunca nadie la había hecho antes como profesión: despertar a los que se quedaban dormidos en el tren.
Todo funcionaba bien, la gente le agradecía y nadie se pasaba de estación.
El problema era la cantidad de horas que Juan pasaba en el tren.
Al tercer día ya estaba tan cansado que se quedó dormido y nadie lo despertó. Después de 5 horas durmiendo y varias idas y vueltas del tren, despertó e inmediatamente se autodespidió.
Iba en el subte para mi casa. Mucho calor. De repente lo veo al lado mío. Es o no es? Si, es. O no. Bueno seguro que es.
Al principio no lo reconocí. En vez del trajecito de muñeco de torta tenía un jean gastado y una remera sin planchar. En lugar de su peinado a la gomina, tenía una melena leonina y llevaba un bolso rojo gigantesco cruzado sobre su pecho.
Entre tanta gente, me encontraba yo viajando junto a un Susano(*).
Evidentemente, era un Susano en vacaciones.
(*) Susano: personaje que aparece atrás del sillón de Susana Giménez. Canta, baila y corre a buscar los sobres para que Susana llame a la gente y se ganen millones. Se podría decir que la suerte de muchos televidentes está en sus manos. El Susano es finalmente un hacedor de sueños.