Por primera vez en mi vida, no pagué antes del 1º vencimiento la factura de luz, ni la de agua. Si una sucesión de hechos extraordinarios y/o nefastos acontece durante los próximos días, ya saben de quien es la culpa.
A veces el horizonte está claro, pero como ir para allá cuando todas las huellas vuelven. La inmovilidad del desconcierto.
Acabo de tomar una decisión postergada en mi vida: voy a empezar a coleccionar tazas.
Mi fin de semana empieza hoy viernes a las 19 hs. Desde ese momento y hasta el domingo a la noche tengo mi listita de cosas que hacer:
Ir a la carnicería, ir al supermercado, preparar hamburguesas caseras, ir al laverap (llevar y traer en el mismo día), ir al gimnasio, cambiar una toma de electricidad, ir a depilarme, ir a ver a mi viejo, limpiar la casa, cambiar un pantalón que me compré por un pullover y terminar de armar una página de internet.
(mmm... así escrito, no parece tanto)
Miercóles 14: reunión con jefe y jefa de mi jefe. Dos horas antes, me escribo parte de la remera con una birome mientras hablo por teléfono.
Durante la reunión, que duró menos de una hora, llamó el técnico del aire acondicionado y me dejó un mensaje: mañana pasa dentro de las 8 y 17 hs.
UPDATE del post anterior: Como todavía no cosí los ruedos, uso los pantalones con plataformas/tacos.
Se me rompió el aire acondicionado y, a pesar de eso, no quiero que se vaya el verano. Con quien tengo que hablar?
Ojo, el otoño no está mal, pero antes que llegue, tengo que hacerle el ruedo a cuatro pantalones.
Últimamente tengo miedo de estar dando pasos sobre mis pasos. Como en los dibujitos animados, cuando quieren tomar envión y en vez de avanzar hacen un agujero para abajo.
Y encima se me ocurre seguir a estos dos.